A la Justicia Nacional Electoral se le han asignado funciones de organización, dirección y control de los procesos comiciales, entendidos como el conjunto de actos regulados jurídicamente y dirigidos a posibilitar la auténtica expresión de la voluntad política del pueblo.

Pese al adelantamiento de las elecciones, dispuesto por ley 26.495 y decreto 230/09, y a la natural exigencia que se generó como consecuencia de las expectativas de la ciudadanía, los comicios se desarrollaron con total normalidad, pudiéndose solucionar adecuadamente los problemas que generaron algunas ausencias de autoridades de mesa y canalizándose los reclamos en el marco de las disposiciones contenidas en el Código Electoral Nacional.

El éxito en la organización del acto electoral ha sido el resultado del empeño y la dedicación de magistrados, funcionarios y empleados de la Justicia Nacional Electoral.

En efecto, cabe poner de resalto el especial esfuerzo dedicado a la actualización del registro de electores requerido por el acortamiento de los plazos legales, las disposiciones adoptadas para mejorar los aspectos relacionados con la designación de las autoridades de mesa y su capacitación, la creación de nuevas herramientas destinadas a la difusión de la información electoral y la ejecución de medidas tendientes a evitar la sustracción, destrucción u ocultamiento de las boletas electorales.

Debe también reconocerse la destacada colaboración prestada por aquellos organismos nacionales y provinciales y miembros de la comunidad que han participado en las distintas funciones que les han sido asignadas.

Así lo han demostrado, entre otros, la Dirección Nacional Electoral, el Comando General Electoral, el Correo Argentino, el Centro de Información Judicial, los poderes judiciales provinciales, las universidades públicas y privadas y los docentes que han desarrollado tareas de carácter electoral.

Ha de ponerse de relieve, además, el aporte realizado por los medios de comunicación en la difusión de la información relacionada a las distintas etapas del proceso electoral.

Asimismo debe resaltarse el compromiso demostrado por las organizaciones de la sociedad civil en el desarrollo de acciones tendientes a la mayor participación de la ciudadanía en el proceso electoral y en el desempeño de tareas de capacitación.

Por último, no puede desconocerse que las elecciones son esencialmente responsabilidad de la ciudadanía, pues ha sido “encomendado a la diligencia, al interés que los mismos electores se tomen por la cosa pública, el prestigio de la institución del sufragio, y a la vitalidad del sistema republicano argentino” (JOAQUIN V. GONZALEZ, La reforma electoral argentina. Discursos del ministro del interior Dr. Joaquín V. González, Didot, Bs. As.).

Los pasados comicios se han destacado por la participación activa de los electores, que asumieron colectivamente la responsabilidad de contribuir a la formación de la voluntad política del pueblo, cumpliendo con sus deberes cívicos como autoridades de mesa, fiscales de las agrupaciones políticas, de las Organizaciones No Gubernamentales y votantes.

En consecuencia, resulta procedente:

1)      Reconocer el esfuerzo y la dedicación demostrados por la Justicia Nacional Electoral en la organización de las pasadas elecciones nacionales;
2)      Agradecer la participación de los organismos nacionales y provinciales que se han comprometido con el buen desarrollo de los comicios;
3)      Destacar las tareas de difusión realizadas por los medios de comunicación y las de incentivación a la participación ciudadana y de capacitación desarrolladas por las organizaciones de la sociedad
civil, y
4)      Poner de resalto la participación de los ciudadanos que han cumplido con sus deberes cívicos como autoridades de mesa, fiscales de las agrupaciones políticas, de las Organizaciones no Gubernamentales y votantes.