El Instituto de las Naciones Unidas para la Investigación sobre el Desarme (UNIDIR), la Red de Igualdad de Género para el Control de Armas Pequeñas (GENSAC) y el Centro de Ciudades de Ginebra (GCH) invitaron a la Oficina de la Mujer de la Corte Suprema de Justicia de la Nación a exponer sobre su Registro Nacional de Femicidios en un evento internacional titulado “Salir de las sombras: abordar los impactos de género de la violencia urbana a través del Tratado de Comercio de Armas”, en el marco de la 8va Conferencia de los Estados Parte sobre esa especialidad.

En el evento se destacó que la Argentina es uno de los pocos países donde existe un registro de femicidios que recoge específicamente datos sobre las armas de fuego utilizadas para cometerlos. Alejandra Otamendi, coordinadora de investigación y registros de la Oficina de la Mujer, explicó la metodología empleada para tal medición, las dificultades encontradas, los principales resultados y los usos que se hicieron de los datos para políticas públicas de prevención de femicidios en general, y con armas de fuego en particular.

Se informó que el registro de femicidios distingue la situación registral de las armas de fuego empleadas en los femicidios, esto es, si eran de posesión legal (armas de fuego autorizadas o reglamentarias pertenecientes a miembros de las fuerzas de seguridad) o no autorizadas. Asimismo, si los sujetos activos de femicidio pertenecían a las fuerzas de seguridad o Fuerzas Armadas, y su situación de revista en la fuerza correspondiente (activo, retirado o exonerado).

Los datos analizados muestran que la mayoría de los femicidios cometidos con armas de fuego ocurren dentro de los hogares de las víctimas y los llevan a cabo sujetos conocidos por ellas, algunos de los cuales son miembros activos de distintas fuerzas de seguridad al momento del hecho. Además, los datos indican que al menos el 24% de las armas empleadas eran de tenencia legal, de las cuales el 17% eran armas de fuego reglamentarias de fuerzas de seguridad, aunque se desconoce el origen en la mitad de los casos.

Por último, se instó a otros Estados parte a adoptar un registro de femicidios similar que tenga en cuenta el medio empleado para cometerlos y, en particular, considere a las armas de fuego como factor de riesgo de la violencia de género.