La jueza Natalia Molina, titular del juzgado en lo Penal, Contravencional y de Faltas Nº 8 de la Ciudad de Buenos Aires, resolvió este jueves no hacer lugar a la solicitud de clausura preventiva del Estadio José Amalfitani, solicitada por el fiscal Martín López Zavaleta.

La resolución se sustenta en que no se encontraron artefactos pirotécnicos en el allanamiento realizado el último miércoles y en la actual existencia de una clausura administrativa dispuesta por la autoridad de contralor en materia de seguridad deportiva. Por ello, no existiría un “inminente peligro a la salud o seguridad pública” que justifique disponer una clausura preventiva judicial, tal como lo había solicitado la Fiscalía.

En cambio, la magistrada ordenó medidas concretas con el fin de intentar garantizar la seguridad de los espectadores que asistan a los futuros eventos futbolísticos. Entre ellas que, previo a la realización de los partidos, la Policía Federal junto con organismos de control del Gobierno de la Ciudad y autoridades del Club realicen “una inspección para determinar la existencia de artefactos pirotécnicos u otros elementos que puedan constituir una amenaza  para la seguridad pública.

Además, las autoridades deberán realizar un control “sobre los ingresos a los estacionamientos” y disponer allí “un cordón de seguridad para el contralor y evitación de toda colocación de artefactos pirotécnicos u otros elementos”. La magistrada ordenó, asimismo, que se “deberán arbitrar los medios necesarios para que se agudicen los controles de cacheo y precacheo de los asistentes”.

Finalmente, la jueza exhortó al presidente de la Asociación del Fútbol Argentino para que, en caso de producirse hechos similares a los ocurridos el último 9 de mayo, se tenga en cuenta la posibilidad de que los árbitros suspendan los encuentros, ello a fin de garantizar la seguridad de sus asistentes.