La Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional Federal de la Capital Federal dictó, los días 12 de julio y 2 de agosto del corriente año, las resoluciones nros. 18 y 19/12-P, mediante las cuales formalizó la identificación de los restos de dos personas que se encontraban desaparecidas y habían sido sepultadas como “N.N.”, ordenando además su entrega a los familiares.

Una de las personas identificadas es Mirta Carmen Panzani, santafesina de 25 años de edad, quien resultó muerta el día 13 de enero de 1977, junto con su compañero, Enzo Andrés Abitábile y otra persona de sexo masculino, en un operativo militar llevado a cabo en su domicilio de Munro, Provincia de Buenos Aires. Al momento de producirse la muerte, Mirta estaba embarazada de siete meses.

Las constancias documentales permitieron establecer que fue inhumada como “N.N.” en el Cementerio Municipal de Olivos, Vicente López, Provincia de Buenos Aires. Sus restos fueron recuperados durante exhumaciones ordenadas por distintos juzgados entre los años 1983 y 1985, ante la posibilidad de que se trate de personas denunciadas como detenidas desaparecidas e inhumadas de manera irregular. El conjunto de todos estos restos esqueletarios fueron remitidos a la Asesoría Pericial de La Plata, donde permanecieron hasta el año 2002, cuando la Cámara ordenó su recuperación con el objeto de proceder a su estudio e identificación.

Previamente, en el mes de diciembre de 2001, a partir de los elementos reunidos en la causa penal iniciada en 1983, así como también, con los peritajes dactiloscópicos efectuados oportunamente, esta Cámara dictó la resolución correspondiente y ordenó la rectificación del acta de defunción, quedando pendiente la identificación de los restos óseos. Los avances científicos y la posibilidad de realizar comparaciones genéticas masivas, entre la totalidad de muestras óseas y sanguíneas recolectadas, permitieron finalmente, lograr la identificación de sus restos.    

La segunda identificación es la de Gregorio Marcelo Sember, quien fue secuestrado el 30 de mayo de 1976, de su domicilio de la Av. Forest 1108 de esta Capital Federal. Al momento de su secuestro tenía 23 años de edad y era profesor de educación física. Algunos testimonios señalan haberlo visto en el Centro Clandestino de Detención conocido como “Coordinación Federal”, que funcionaba en la Superintendencia de Seguridad Federal, dependiente de la Policía Federal Argentina.

Sus restos fueron hallados el 20 de junio de 1976, junto con los de otras diez personas, en el lugar denominado Costa Sarandí, Lomas de Zamora, Provincia de Buenos Aires, e inhumados como “N.N.” en el Cementerio Municipal de Avellaneda. Cinco de ellas ya habían sido identificadas, cuatro por este Tribunal (Rodolfo Daniel Elías, Hugo Manuel Mattion, Héctor Guerino Fabiani y Jorge Alberto Salite; ver resoluciones nros. 14/08-P, 37/10-P, 6/11-P y 9/11-P). Los estudios antropológicos efectuados permitieron determinar que su muerte se produjo por múltiples impactos de proyectil de arma de fuego.

En ambos casos, los estudios genéticos realizados por los laboratorios “The Bode Technology Group Inc.” (E.E.U.U.) y L.I.D.M.O. de la ciudad de Córdoba, complementaron los informes antropológicos y resultaron concluyentes para efectuar las referidas identificaciones.

Por último, el Tribunal también dispuso la extracción de testimonios, para su remisión a los Juzgados Federales nro. 2 de San Martín y nro. 3 de la Capital Federal, donde tramitan las causas nro. 4012 “Riveros, Santiago Omar y otros…” y nro. 14.216/03 “Suárez Mason, Carlos G. y otros s/homicidio…”, por tratarse de ilícitos cometidos en la denominada Zona IV, con asiento en Campo de Mayo, Provincia de Buenos Aires, y en la jurisdicción del Primer Cuerpo de Ejército de esta ciudad.

Buenos Aires, 16 de agosto de 2012.

Resoluciones completas

- Legajo 80

- Legajo 117